Hábitos que alteran tu tiroides
La deficiencia de yodo puede provocar la alteración de la glándula tiroides, por lo que debemos asegurarnos de consumir alimentos que lo contengan. Además, hay ciertos hábitos muy negativos que hemos de evitar.
La tiroides es una glándula muy importante para el cuerpo, pues es la encargada de producir hormonas necesarias para el metabolismo. Por ese motivo, es vital que intentes evitar todos los hábitos que alteran la tiroides.
Si estas hormonas producidas por la tiroides son deficientes, el organismo no podrá funcionar correctamente y no quemará las calorías de manera normal. En consecuencia, habrá un ascenso de peso de manera involuntaria, situación que se da en el hipotiroidismo.
Además, existe el trastorno opuesto al hipotiroidismo, denominado hipertiroidismo. Este, a diferencia del anterior, está ocasionado por una producción desmedida de hormona tiroidea.
Alteraciones en la tiroides
En el hipotiroidismo —o tiroides hipoactiva— la persona afectada tiende a subir de peso, la piel se vuelve reseca, los latidos del corazón más lentos y puede existir estreñimiento. Todo eso se da por causa de un metabolismo más lento y, por ende, ineficiente.
Entonces, si has notado que tu peso aumenta o baja sin haber razones que expliquen estos cambios, sería ideal consultar con el médico. Él realizará las pruebas oportunas para confirmar o descartar algún trastorno relacionado con la glándula tiroides.
Tanto la falta de producción de hormonas como la producción en exceso necesitan un tratamiento adecuado. En el caso del hipotiroidismo, la medicación tiende a mantenerse durante toda la vida.
Si bien es cierto que las alteraciones de esta glándula se deben generalmente a trastornos autoinmunes, a problemas congénitos o al consumo de medicamentos, entre otros causantes, es importante saber que también existen hábitos de vida que pueden alterar su funcionamiento y el del metabolismo.
¿Cuáles son los hábitos que alteran tu tiroides?
Sedentarismo
El sedentarismo puede estar asociado a la presencia de trastornos hormonales, como el caso del hipotiroidismo. Una vez más, conocemos otra razón importante por la que el ejercicio diario se torna indispensable para un cuerpo sano.
La actividad física no solo es aconsejable para disfrutar de un cuerpo esbelto, sino también como forma de prevención de muchas enfermedades o alteraciones de la salud.
Cafeína
El consumo excesivo de cafeína es otro de los hábitos que alteran la tiroides y que también puede estar relacionado a la aparición de irregularidades con esta glándula, entre otros problemas de salud.
“La cafeína y el ejercicio tienen el efecto de aumentar las concentraciones de TH, lo que incrementa la acción de estas hormonas y, por consiguiente, el equilibrio energético”, indican los investigadores en un artículo en el que explican si la cafeína puede aumentar los niveles hormonales.
Por otra parte, explican que en un estudio se observó que la ingesta de cafeína cambió la homeostasis metabólica y que hubo una reducción de la concentración de TH.
Alcohol
El consumo de alcohol es otro de los hábitos que alteran la tiroides y el resto del organismo. Tal y como han señalado varios estudios, “tiene múltiples efectos en el eje hipotálamo-pituitaria-tiroideo y en el funcionamiento de la glándula tiroides.
Se ha informado que causa una supresión directa de la función tiroidea por la toxicidad celular, y una supresión indirecta al atenuar la respuesta hormonal liberadora de tirotropina. Causa una disminución de las hormonas tiroideas periféricas durante el uso crónico y en la abstinencia.
Tabaquismo
Si fumas, lo más recomendable sería que abandones el hábito cuanto antes. Aparte del sinfín de enfermedades del sistema respiratorio que causa, también eleva el riesgo sufrir muchos otros problemas de salud, como el mal funcionamiento de la glándula tiroides.
Existen diversas técnicas que pueden ayudarte a dejar el tabaco progresivamente. Asimismo, puedes solicitar apoyo al psicólogo.
Yodo
El yodo es un elemento indispensable para el buen funcionamiento de la tiroides. Por ende, un déficit puede ser causante de alteraciones en esta glándula.
¿En qué alimentos podemos encontrarlo? Lo podemos hallar en pescados, mariscos, ajos, frijoles blancos, yogures, quesos, leche de vaca, algas marinas, naranjas, manzanas, remolacha, acelga, cebollas, piña, entre otros. Recuerda siempre asegurarte de incluirlo en tu dieta.
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